Los conejos tienen diversas formas de tumbarse; pueden hacerlo con las patas traseras recogidas; cuando están en un lugar desconocido o haya algo en el entorno que no les inspire demasiada confianza, recogen las patas para salir corriendo al mínimo susto.
En cambio, si se encuentran en un lugar conocido y se sienten confiados, estiraran las patas traseras hacia un lado para descansar mejor. A veces se tumbará a tu lado, sin esperar caricias, simplemente se siente a gusto a tu lado y quiere sentir tu calor.
Cuando dos conejos están juntos pasan mucho tiempo tumbados el uno junto al otro, es una muestra de cariño.